Grajales Expeditions se enorgullece de ser socio de Terrazas de los Andes, una bodega cuya historia y filosofía están tan profundamente conectadas con los Andes como la nuestra. La historia de la bodega comenzó hace más de 30 años con la visión de elaborar vinos de montaña de alta calidad en los viñedos de gran altitud de Mendoza.

La travesía de ascensión

Terrazas de los Andes se embarcó en una «travesía de ascensión,» al igual que un alpinista, para descubrir y adquirir tierras que les dieran la frescura y el refinamiento que buscaban para sus vinos. Esta búsqueda les llevó a establecer un mosaico de viñedos de gran altitud, entre los que se encuentran:
Finca Las Compuertas: Un viñedo de Malbec en Luján de Cuyo plantado en 1929.
Finca Los Castaños: Plantado en 2006 a 1,100 metros en Paraje Altamira, Valle de Uco.
Finca Licán: Plantado en 2007 a 1,200 metros en Los Chacayes, Valle de Uco.
Finca El Espinillo: Plantado en 2008 a 1,650 metros en Gualtallary, que es el viñedo productivo más alto del Valle de Uco y el segundo más alto de Mendoza.

La bodega descubrió que las mayores altitudes, con su mayor exposición al sol y sus climas frescos, producen uvas más frescas con colores más brillantes y taninos más sedosos, lo que aporta elegancia y delicadeza a los vinos.

Guardianes de la vida de montaña

Terrazas de los Andes se compromete a respetar y preservar el frágil ecosistema de los Andes a través de su programa «Guardianes de la vida de montaña». Esta filosofía se demuestra a través de varias iniciativas:
Conservación del agua: Fueron pioneros en el uso de un sistema de riego por goteo preciso en el 100% de sus viñedos, lo que ahorra hasta un 60% de agua en comparación con los métodos tradicionales. También son cofundadores de “Glaciares por la Vida,» un programa para preservar los glaciares andinos y los recursos hídricos.
Viticultura regenerativa: La bodega adopta la viticultura regenerativa, que se centra en la salud del suelo, la biodiversidad y las condiciones laborales justas. Más de 500 hectáreas de sus viñedos se gestionan de esta manera.
Participación comunitaria: Durante casi dos décadas, han implementado siete programas educativos en escuelas de montaña cercanas, llegando a más de 4,000 niños.

El arte de los vinos finos de montaña

La dedicación de la bodega a la viticultura de precisión y su profundo respeto por el terroir son evidentes en sus vinos. Los vinos exhiben un color brillante y un aroma intenso que evoca una sensación de frescura por la gran altitud y el clima fresco. Son de gran cuerpo y elegantes en el paladar, con taninos sedosos y equilibrados, y notas de flora y hierbas nativas.
El centenario edificio de la bodega en Perdriel, originalmente llamado «La Perla,» es un sitio del patrimonio cultural de Mendoza. Ha sido equipado con tecnología moderna y sostenible, conservando su legado histórico, sirviendo como símbolo del compromiso de Terrazas de los Andes de integrar el pasado con el futuro.

Un socio construido sobre alturas compartidas

Nuestra asociación con Terrazas de los Andes es más que una colaboración comercial; es una celebración de valores compartidos. Ambos entendemos que la búsqueda de la excelencia, ya sea al ascender una cumbre o al elaborar una cosecha perfecta, requiere respeto por el poder de los Andes, un compromiso con la precisión y un implacable espíritu de descubrimiento. Lo invitamos a levantar una copa de vino Terrazas de los Andes y celebrar la magia que reside en las «terrazas de los Andes», un viaje que estamos orgullosos de compartir.

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